Cuando nacieron mis sobrinas decidí que iba intentar enseñarles los juegos de cuando yo era niña
mientras ellas crecían mis regalos eran cromos, recortables y cositas sencillas, también guardaba estas tabas por si algún día a algún ingenioso de la juguetería se le ocurría volver a sacar este juego que a mi y a mi hermana tanto nos entretenía, crecieron mis sobrinas también mis hijos y los dichosos huesos han seguido guardados en una cajita, hasta hoy que he decidido

tirarlos a la basura, ya ni se me ocurre pensar que algún día Mariñe pudiera jugar con esto, ahora los niños son de juguetes de alta tecnología, siempre que tiro algo a los pocos día surge la oportunidad o la necesidad de utilizar lo que yo acabo de tirar, por tal motivo os lo muestro, quizá hay alguna de vosotras quiere enseñárselo a sus hijos o nietos y si lo queréis me avisáis ya les ha llegado su momento

Y para terminar os pongo esta Spirea (Espirea) blanca, hace unos días estaba preciosa, ya le quedaba poco para estar en plenitud de floracion pero como lleva dos días lloviendo sus flores han empezado a marchitarse, luego pasará todo el verano verde que tampoco está mal.