Y aquí está el resultado, dos preciosas cestas, cada una con los colores que más ha gustado a sus dueñas.
A Elvira le gustan la gama de los morados.
En la de Lourdes predominan los granates
Hemos nadado sin flotadores ni manguitos, por lo que en ocasiones creíamos que nos ahogabamos, pero con tesón, paciencia y ganas, aquí estamos presumiendo de cestas y esperando llenarlas ¿de que?, no lo sé, quizá de alguná colcha el año que viene.
Ahora que las cestas están terminadas y han comenzado las vacaciones, no nos vendría mal un chapuzón en la piscina de Canarias.